RESTAURACIÓN
Y RESTAURADOR
Vamos a definir ambos conceptos
con la mayor claridad posible para intentar dar una visión clara y objetiva de
lo que significa cada una de ellas, la primera como actividad y la segunda como
figura profesional que desarrolla la primera.
LA RESTAURACIÓN es la
actividad propiamente dicha que se encarga de intervenir directamente sobre las
obras y objetos cuando los medios de conservación preventiva no han sido suficientes
o no se han aplicado correctamente para su mantenimiento y preservación
ocasionando un deterioro de sus propiedades físicas y químicas, y por
consiguiente una degradación que ha alterado su buen estado. La restauración
aplica los tratamientos necesarios y específicos a cada obra para el logro
y pervivencia de la misma , subsanando
los daños que presenten por diversos factores que inciden directamente sobre
ella o simplemente por el envejecimiento
de los materiales a consecuencia de su huella cronológica, aplicando los
conocimientos científico – técnicos y medios tecnológicos auxiliares necesarios
para una correcta intervención.
Es frecuente que el término
restauración ya muy gastado, se emplee mal por un gran sector de la población
utilizando el mismo para diversas actuaciones de dudosa ejecución realizadas
por personal no cualificado, sin conocimientos científico – técnicos, ni
habilidad manual en los procesos de
intervención de las obras, con la falsa creencia de que la restauración es una
actividad meramente artesanal y lúdica, cuantas veces hemos oído a alguien
decir que es aficionado a la restauración, que es su hobby, que tiene dotes artísticas y se documenta en foros de internet
o en establecimientos para adquirir productos e información sobre técnicas
dudosas e incorrectas, o los famosos
cursillos que se imparten con la falsa ilusión de que ya se sabe restaurar
cualquier objeto y que no hacen por menos que dañar
irreversiblemente en muchos de los casos las obras. Todos hemos visto en alguna ocasión obras que
han sido intervenidas por pseudo restauradores que más vale que hubiesen
sufrido el peor de los deterioros por el paso del tiempo que el resultado
nefasto de unas manos atrevidas.
EL RESTAURADOR es un técnico especializado que se encarga de la
conservación y restauración de las obras y objetos, de asegurar su pervivencia
por medio de la intervención directa sobre los bienes culturales con una serie
de funciones y responsabilidades para evaluar y proporcionar asesoramiento
técnico sobre el estado y condición del objeto, estudiando y valorando sus
síntomas, posibles patologías y causas del deterioro. La metodología más
adecuada e idónea aplicada a cada obra para su correcta intervención de
conservación y restauración, y las pautas de conservación preventiva para el
cuidado y mantenimiento futuro de las obras y las condiciones idóneas de
manipulación, embalaje, almacenamiento y exposición o exhibición. El término
restaurador no es sinónimo de un artesano, de un manitas o un arregla cosas es
un profesional con una titulación superior con conocimientos científico –
técnicos, de humanidades con una destreza y habilidad para la que ha sido
preparado siguiendo los criterios y protocolos adecuados sin olvidar la
sensibilidad entre el bien cultural y la ética profesional. Por ello cuando requiera los servicios de un
restaurador piense que es igual que cuando acude a cualquier otro profesional
cualificado y experto en su materia, de lo contrario la temeridad y el ahorro
puede costarle más caro de lo que imagina y perder irreversiblemente su pieza.
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